¿Te imaginas una red social en la que no se compartan ni fotos, ni vídeos ni textos? Hoy venimos a hablarte de Clubhouse, la aplicación reciente más de moda a la que solo puedes acceder mediante invitación y que trae un tipo de contenido muy novedoso: los audios.
Aunque no estés muy puesto en redes sociales (si quieres aprender más te recomendamos este artículo), probablemente ya sepas que la principal característica de Twitter es que se comparten textos cortos, y que en Instagram se comparten imágenes o vídeos. Sin embargo, Clubhouse, la nueva app de moda, está revolucionando las redes sociales ya que el tipo de contenido que se comparte en son audios.
Clubhouse es una aplicación interactiva donde participar en debates a tiempo real que se llevan a cabo en “salas” virtuales mediante un chat de audio. En definitiva, vendría a ser como un podcast interactivo o como unas conferencias digitales en las que se puede participar.
Según sus creadores, el objetivo es el de “construir una experiencia social más humana, donde en vez de publicar posts, puedas reunirte con otras personas para hablar”.
Clubhouse se lanzó al mundo al inicio de la pandemia por Covid, por lo que dada la situación del momento tuvo una gran aceptación.
Tal ha sido el éxito de esta nueva red social, que ya son muchos los famosos que se han unido a esta plataforma, como Oprah Winfrey, Drake, Jared Leto, Ashton Kutcher o el mismísimo Elon Musk, el fundador de Tesla.
Como decíamos anteriormente sólo puedes unirte a la comunidad Clubhouse mediante una invitación de alguno de los miembros, lo cual convierte a la aplicación en algo exclusivo y es precisamente este factor de exclusividad el que ha ayudado a crecer su popularidad.
De hecho, ya hay quienes venden invitaciones por plataformas como eBay por más de cien euros.
Para que te hagas una idea, desde marzo de 2020 la red social ha aumentado su número de usuarios hasta diez millones. Clubhouse ya está valorada en más de 100 millones de dólares y tiene pinta de que la cifra va a seguir en aumento.
Por otro lado, la misma red social Twitter ha contraatacado con Spaces, un proyecto en el que dice llevar un tiempo trabajando muy similar a Clubhouse, que tiene lugar dentro de la misma red social.
Para poder unirte a Clubhouse no basta con descargarte la aplicación, que por cierto de momento solo está disponible para Ios en AppleStore ya que está en modo beta. Es imprescindible que algún miembro actual te invite a formar parte de la aplicación.
Si no lo consigues, también puedes descargarte la app y ponerte en la lista de espera. Los miembros actuales pueden ver tu solicitud y aceptarte sin necesidad de usar sus invitaciones si así lo desean. Por lo que, si tienes suerte, podrás ser uno de los afortunados en formar parte de Clubhouse.
Finalmente, si ninguna de las opciones anteriores funciona en tu caso y no puedes resistir a la necesidad de ser de los primeros en disfrutar de esta red social, siempre puedes comprar una invitación como ésta.
Cuando entras a formar parte de Clubhouse lo primero es crear tu perfil personal. En él puedes crear una descripción y enlazarlo a tus cuentas tanto de Instagram como de Twitter.
Seguidamente, puedes elegir tus intereses o seguir a personas específicas, para que la misma app te recomiende salas en las que participar.
También existe un buscador en el que puedes consultar temáticas y salas activas a las que unirte. Inicialmente los temas más frecuentes eran tecnología y actualidad, pero a día de hoy hay de todo tipo: economía, política, cultura, ocio, deporte…
Cada sala cuenta con un máximo de 5.000 usuarios y un moderador, que es el creador de la misma. Cualquier usuario puede iniciar una nueva sala y los participantes que se unan pueden simplemente escuchar la charla o pedir al moderador que les deje intervenir.
Una de las características más curiosas es que las charlas no cuentan con ningún tipo de registro, el contenido es efímero y sólo pueden acceder al mismo los miembros conectados a esas salas virtuales en directo. Este contenido efímero tiene un gran éxito en la actualidad, como por ejemplo en las stories de Instagram, pero por otro lado son muchos los que se quejan de no poder acceder de nuevo a su contenido favorito en Clubhouse ya que no se graba ni archivan en ningún lado.
¿…o se trata de otra app viral de la que no nos acordaremos el año que viene?
Como toda red social, Clubhouse ya cuenta con sus detractores y con sus defensores. Y mientras que muchos alaban la posibilidad de debatir sobre temas interesantes, otros denuncian la falta de políticas de moderación. Por ejemplo, algunos usuarios han denunciado salas en las que se alimentaba el acoso o en las que se detectaban comentarios o discursos racistas, misóginos o violentos. Un caso que se ha viralizado es el de una periodista del New York Times, Taylor Lorenz, que fue tema de debate en una sala de Clubhouse en el que se compartió información personal y hubo una incitación al odio hacia la reportera.
Además, no únicamente los usuarios a nivel personal utilizamos las redes sociales. Las marcas y empresas también las utilizan en su día a día y en sus estrategias de marketing. Para ellas, Clubhouse quizás no sea la mejor opción, debido a la fugacidad de sus contenidos lo que conlleva a limitar potencialmente el retorno de inversión (ROI) y dificulta su cálculo.
En definitiva, como todo, solo el tiempo dirá si Clubhouse se establecerá en el tiempo o será algo pasajero. Y tú, ¿qué opinas?