La revolución del comercio digital ha llegado para quedarse. Te explicamos las diferencias entre un e-commerce y un Marketplace y cuál se adapta mejor a tu negocio
Tener una tienda online se está convirtiendo en el sueño de muchos negocios a medida que la cultura del consumo digital se instala entre nosotros. Comprar por internet nunca fue tan fácil y muchos consumidores se están acostumbrando a adquirir productos a través de un simple click desde cualquier parte del mundo. El comercio online no solo resulta cómodo, sino que además abre un infinito abanico de posibilidades que antes se encontraba mucho más limitado.
El estudio anual e-commerce 2019 realizado por IAB Spain revela que más del 70% de los españoles compramos online, lo que supone más de 20 millones de personas. En un primer momento podríamos pensar que los más jóvenes son los más habituados a comprar por internet, sin embargo, el estudio muestra que las personas que más compran online son las de entre 35 y 54 años. Otros datos interesantes son que el promedio es de 3 compras mensuales con un gasto medio de 64€ cada una.
Con todos estos datos no es de extrañar que cada vez más empresas quieran sumarse al comercio online y, pese a que vender tus productos y servicios online sea una tarea que requiere tiempo y dedicación, si se hace bien puede llegar a ser una beneficiosa forma de expandir tu negocio. Tener un comercio electrónico, al fin y al cabo, es un valor añadido para tu empresa y existen dos formas de hacerlo: creando un e-commerce o perteneciendo a un Marketplace. Pero, ¿qué tipo de tienda online es mejor para tu negocio? Dependerá del tipo de negocio, sus necesidades, sus objetivos… Te lo explicamos a continuación.
Un e-commerce es un sistema de compra y venta de productos que utiliza Internet como plataforma de intercambio. En otras palabras, es una tienda virtual donde una marca o una empresa vende sus productos o servicios. Por ejemplo, éste que creamos para Waves From Ceylon.
Hay muchos tipos de e-commerce y se clasifican por el perfil comercial que tienen (a qué tipo de cliente se dirige la empresa) o según el modelo de negocio que tengan (depende de cómo generen sus ingresos y cómo se lleve a cabo el intercambio entre el comprador y el vendedor). Pero lo importante es que es un modelo de negocio en auge.
Un Marketplace es una plataforma de distribución dónde múltiples usuarios ofrecen sus productos y servicios. Es el equivalente a un centro comercial en la vida real, donde puedes encontrar más variedad de productos y marcas que en una tienda.
Los Marketplace lideran las primeras posiciones de la venta online y hay que reconocer que en muchos casos es difícil competir con estos. Amazon, Aliexpress, eBay, Etsy o Privalia son ejemplos de grandes Marketplace que encabezan las estadísticas de ventas online mundiales.
Una de las decisiones más importantes, desde luego, reside en qué formato enmarcar tu comercio online. A la hora de elegir entre uno u otro se ha de tener muy en cuenta el tipo de negocio, sus necesidades, sus recursos y sus objetivos.
Ambas opciones tienen ventajas y desventajas, pero las principales diferencias entre una y otra son las siguientes:
Si mañana decides montar un restaurante en medio del desierto, tendrás que invertir un generoso presupuesto para avisar de que tu local está ahí, es decir, para que tu público objetivo te encuentre. De otra forma puede que nadie se entere de que existe, debido a que está en un lugar poco visible. Lo mismo ocurre con el comercio online, por eso es tan importante la estrategia digital. Si se invierten todos los recursos en la producción y la creación de la tienda online y se olvida elaborar y seguir una buena estrategia de marketing, lo más probable es que el esfuerzo no sirva de nada y no haya ningún retorno. Una mala planificación puede resultar una pérdida de esfuerzo y recursos y de hecho vemos muchos casos de pequeños comercios que, mal asesorados, crean su propio e-commerce y nunca llegan a sacar ningún tipo de rentabilidad o recuperar la inversión.
Los primeros pasos están claros: elaborar la estrategia en base a los objetivos que se hayan definido y el presupuesto que se le vaya a asignar. Las metas y el plan para alcanzarlas variarán completamente en función de las necesidades de cada negocio, pero en todo caso es muy importante definir quién es el público objetivo, qué mensaje queremos que le llegue y cómo vamos a lograrlo. Ganar visibilidad, aumentar el tráfico web, conseguir más ventas o mejorar la fidelización de los clientes podrían ser algunos de los objetivos que se marquen para definir la estrategia, siempre en base a un estudio de mercado previo. Lo que es seguro es que cuanto más generoso sea el presupuesto dedicado a la estrategia digital, más ambicioso se puede ser con las metas y los resultados que se esperan de la misma. De otro modo, es inútil esperar grandes resultados y beneficios de una estrategia que ha sido creada y pensada para un presupuesto escaso. En función de los recursos que se puedan dedicar a la estrategia digital, se puede aspirar a sobrevivir con dificultad en el entorno online o convertir la tienda en un verdadero éxito de ventas.
Y tú, ¿estás pensando en crear tu propio e-commerce? ¿Necesitas asesoramiento sobre cómo elegir tu Marketplace ideal? Contáctanos y te ayudaremos encantados.